PINTURA, PROCESO Y PUNCTILIOUS: EN CONVERSACIÓN CON HUGO MULDER DHM
Si en alguna ocasión ha caminado por las calles de Ámsterdam, seguro que ha pasado por una obra de Hugo Mulder DHM. Este prolífico artista, pintor y diseñador gráfico ha dejado su huella en su ciudad natal con trabajos coloridos y de trazo meticuloso (en forma de sticker art, paste-ups y murales épicos) desde 2001, convirtiéndose en el proceso en un artista de culto. Cuenta entre sus seguidores con una lista de prestigiosos clientes y colaboradores, entre los que se encuentran Nike, Adidas y Coca-Cola.
Con más de 80 exposiciones individuales y colectivas en su bagaje, además de su propio libro de arte de edición limitada, el perfil de Mulder sigue su tendencia ascendente. Próximamente: Punctilious, una exposición organizada por él mismo, que incluye su obra reciente junto con la de otras leyendas del arte callejero: DOES y The London Police. Entonces, ¿cómo pasó del grafiti punk ochentero a la creatividad por encargo? Recientemente, charlamos con él para averiguarlo.
¿Cuándo empezó a sentir interés por el arte y el diseño?
Crecí viendo mucho arte. Contaba con un gran coleccionista de arte en mi familia y mis padres tenían libros de artistas como Picasso y Karel Appel, que de niño leía con avidez. Con el tiempo, intenté hacer mis propios cuadros como Picasso y Appel y, en 1984, empecé a hacer grafiti con mis amigos. Así fue como me enganché al carro de los colores y las formas. Naturalmente, evolucioné hacia el diseño gráfico y, a continuación, al arte urbano y a las bellas artes.
Como ha mencionado, su trabajo intersecta distintos aspectos del mundo del arte, desde el grafiti hasta el diseño gráfico, el arte callejero y también el comisariado. ¿Por qué?
Lo bueno de trabajar en diferentes estilos es que nunca me aburro. Algunas veces dedicaré mucho tiempo a un estilo y, cuando me apetezca, pasaré a otro… y ahí está lo divertido. No importa que sea un logotipo o que sea un mural o un lienzo. A mí me gusta hacer de todo.
¿Cómo aborda el lienzo en blanco?
Para mí, todo empieza siempre con una historia. Habitualmente, tengo ya en mente los personajes que quiero pintar. Trabajo en el procesamiento digital de fotografías y otros elementos antes de decidir si un personaje es lo suficientemente adecuado. A continuación, comienzo en el lienzo con un fondo abstracto. Esta es una de las partes más divertidas porque realmente puedo manchar por aquí y por allá o utilizar espráis y marcadores. Te puedes volver muy loco en el lienzo. Así vuelvo a mi pasado grafitero.
Así pues, recurre a estas técnicas analógicas para hacer algo muy definido y que tiene un aspecto digital. ¿Cómo surgió todo esto?
Como diseñador gráfico, me encanta lo que se puede hacer con un ordenador. Puedes trazar líneas perfectas, formas perfectas, y además hacerlo con mucha facilidad en el mundo digital… pero raramente veo esto en un lienzo.
No sé cómo surgió, pero comencé intentando pintar lienzos con el mismo detalle y perfección que si lo hiciera por ordenador. Utilizo un ordenador para realizar el diseño y, a continuación, pinto a mano ese diseño en el lienzo con la intención de que quede incluso mejor que si lo hiciera digitalmente. Tardo alrededor de seis semanas en hacer un solo cuadro. La gente lo mira desde lejos y se pregunta si está impreso pero, cuando se acercan, ven que todo es pintado.
Suena a que exige una gran disciplina. ¿Para usted es un proceso meditativo?
Podría ser. La parte agradable de la creación es que no se trata de qué es lo que se crea, sino del tiempo que se dedica a ello. Para mí, si tengo algo en mi mente, quiero ver cómo aparece. Por eso, no quiero parar de trabajar cuando no veo lo que quiero ver. Esto probablemente tiene que ver con la meditación, porque una vez que empiezo ya me meto dentro.
¿Qué cree que es más importante: la intención del artista o la interpretación del espectador?
Si la gente piensa de verdad en lo que está viendo y, de alguna forma, extrae sus propias ideas, eso me encanta. Es perfecto. No intento persuadir a nadie ni nada por el estilo. Te puede gustar o te puede no gustar, pero puedes sentir algo y eso es de lo que se trata. Si quisiera hacer una declaración de intenciones, utilizaría las palabras. Hay un montón de historias detrás de mis pinturas, pero me gusta que la gente las encuentre por sí misma.
¿Qué cree que hay en Ámsterdam y en los Países Bajos que resulta tan estimulante para la creatividad?
Ámsterdam es conocida en todo el mundo por su pensamiento progresista. Y esto resulta muy atractivo para los artistas, que vienen aquí y sienten ese hormigueo en todas partes. Creo que se retrotrae a la Edad de Oro, los pintores famosos como Rembrandt, Van Gogh, etc., la libertad de poder hacer aquí lo que quieres hacer es muy importante para las personas creativas.
¿Cómo se traslada todo esto a su nueva exposición, Punctilious?
Quería conjuntar a artistas que enfocaran su trabajo del mismo modo que yo lo hago, pero con resultados diferentes. Así pues, en esta exposición podrás ver una narración cohesiva en cuanto a las técnicas y la atención al detalle, más que al estilo y a la temática. Y creo que esto ofrece algo nuevo e interesante para venir y verlo.
Disfrute del trabajo de Hugo en la última exposición del art’otel Amsterdam, Punctilious, hasta el 21 de julio.